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Nuestra Señora de la Asunción, Nuestra Señora del Recuerdo

           

            El 15 de agosto celebramos la Asunción de la Virgen María. El dogma de la Asunción nos dice que María comparte la condición de los resucitados, que es la de Jesús desde la Pascua. Al igual que Jesús, María no pierde nada de su humanidad, pero su humanidad florece en una nueva vida; esta vida ya no está limitada por las limitaciones del espacio y del tiempo que son las de nuestra condición terrenal. Liberada de las limitaciones del lugar y del tiempo, la vida de los resucitados permite que María esté presenta a sus hijos desde todos los lugares y en todo momento. Sigue siendo su contemporáneo. A veces puede mostrarles su presencia visiblemente: conocemos historias de apariciones; estos son el fruto del privilegio de María, que celebramos el 15 de agosto.

           

            Al escribir para los miembros de Vida Ascendente en esta fiesta mariana, pienso en dos versículos del Evangelio de San Lucas. En el momento del nacimiento de Jesús y la visita de los pastores al pesebre, y luego cuando Jesús, a la edad de 12 años, se perdió y se encontró en el Templo de Jerusalén: " María, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón y meditaba acerca de ellas." (Lucas 2:19); "María conservaba todas estas cosas en el corazón" (Lucas 2:51).

           

            Con toda probabilidad, San Lucas recogió los recuerdos de María. Gracias a ellos, pudo informarnos de los acontecimientos relacionados con el nacimiento y la infancia de Jesús.

           

            Nosotros también guardamos en nuestros corazones muchos acontecimientos, muchos recuerdos. Lo bueno y fecundo de estos recuerdos nos ayuda a vivir y constituye un fundamento de sabiduría. En la exhortación apostólica Christus vivit (Cristo está vivo), el Papa Francisco nos cuenta la importancia de esta sabiduría: para los más jóvenes permite tener un arraigamiento. Los jóvenes necesitan estas raíces para guiar sus vidas y resistir a los manipuladores que tratan de atraparlos.

" Si una persona les hace una propuesta y les dice que ignoren la historia, que no recojan la experiencia de los mayores, que desprecien todo lo pasado y que sólo miren el futuro que él les ofrece, ¿no es una forma fácil de atraparlos con su propuesta para que solamente hagan lo que él les dice? " (Christus vivit 181).

           

            "La riqueza de los años" fue el tema del Congreso de Roma en enero de 2020. VAI participó y comparte el trabajo. El congreso recordó la importancia de poner a disposición de los jóvenes "la riqueza espiritual y humana que se ha transmitido a través de las generaciones". De lo contrario, corren el riesgo de ser "vacíos, desarraigados, sospechosos de todo", dice el Papa, por ideologías que los convertirán en esclavos (Christus vivit 183, 184).

           

            Por lo tanto, las relaciones intergeneracionales son deseables, pero no siempre fáciles de establecer. Pidamos a María, que tanto guardó y meditaba en su corazón, que fomentara la aceptación por parte de los jóvenes de la sabiduría de los ancianos, de su historia de humanidad y de fe. Que el Espíritu Santo que descansaba sobre ella nos haga inventivos y nos haga encontrar maneras de hacer que los más jóvenes se beneficien de la "riqueza de los años".

Padre Francisco Maupu