NAVIDAD: FUENTE DE ESPERANZA Y ALEGRÍA
Durante el año, la celebración navideña promueve un clima de esperanza y alegría en todo el mundo.
Lamentablemente todavía hay hombres y mujeres que permanecen en la oscuridad.
Esta es la situación que sufrieron muchos judíos en el momento del nacimiento de Jesús.
Palestina está ocupada por paganos: los Romanos. Los Judíos debían someterse a la autoridad del emperador Augusto.
Dios respeta la situación política que existe. María y José se ven obligados a desplazarse para obedecer la orden del censo. Dios no anticipa ni retrasa la natividad de su Hijo.
Desde el origen de la creación, ha respetado nuestra libertad. ¡Nos toca a nosotros asumir las consecuencias, ayer y hoy!
Además, la ocupación romana dio lugar a frecuentes colaboraciones entre líderes políticos y religiosos. ¡Se benefician de ello a expensas del pueblo ! Las injusticias, la violencia, la pobreza son frecuentes. Enfermedades terribles excluyen a las personas de la vida pública añadiendo una dimensión moral y religiosa.
A pesar de este contexto difícil, la fe en el Dios de la Alianza permanece gracias a lo que anunciaron los profetas. Todos esperan y esperan por el Mesías prometido. Él restaurará la integridad de Israel y salvará a su pueblo.
Gracias a María y José que se dejaron guiar por el Espíritu Santo, el Verbo de Dios se hizo carne. Se hace uno de nosotros para compartir nuestra condición humana y comunicarnos el Amor Misericordioso de su Padre.
Desde el nacimiento, el recién nacido se ofrece a nuestras diversidades: a los sencillos y pobres, los pastores, a los sabios y ricos, los sabios.
Celebrar el nacimiento de Jesús implica abrir nuestro corazón para compartir juntos el Amor que recibimos de él.
La celebración de la Navidad nos saca de nuestro “gris interior”, nos anima a estar abiertos a los demás.
La Navidad apoya nuestra esperanza de avanzar hacia el futuro.
De todo corazón os deseo una Santa y Feliz Navidad !
Mons. + Christian Nourrichard
Asistente Eclesiástico de Vie Montante Internationale