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El nacimiento de Jesús es una fuente de esperanza

Para llevar a cabo su existencia en la tierra, los seres humanos siempre se enfrentan a desafíos. Estos desafíos son variados. Son de mayor o menor importancia. Se pueden acentuar según las culturas y las épocas. ¡A finales de 2023 y principios de 2024, vemos muchos escándalos que dañan la creación de Dios! Los hombres, las mujeres y los niños no tienen suficiente para comer, abrigarse o cuidarse... otros sufren las atrocidades de la guerra, la violencia, la injusticia...

¡Cómo no recordar el respeto por la dignidad humana, el respeto por la libertad, el respeto por la naturaleza, el respeto por toda la creación de Dios!

No se trata de sostener un discurso moralista, de condenar sin remisión a algunos de los nuestros. La urgencia es en un momento en el que estamos tomando conciencia de nuestra responsabilidad personal y colectiva, y esto pertenece a la misión de la Iglesia. El Papa Francisco está trabajando duro para hacerlo. Dios creó este mundo para que cada uno de nosotros pudiera encontrar su lugar en él y ser reconocido.

Al comienzo de la 4ª Plegaria Eucarística: "Santísimo Padre, proclamamos que eres grande y que has hecho todas las cosas con sabiduría y amor, has creado al hombre a tu imagen y semejanza y le has confiado el universo..."

En Navidad, Dios muestra cuánto AMA, nos confía a su Hijo que viene a vivir entre nosotros gracias a la cooperación de María. Un hombre, José, se unió a ella para llevar a cabo este plan de Dios. Ambos confían en la Palabra de Dios transmitida por los Ángeles, en los mensajes que transmiten, María y José se encomiendan al Espíritu Santo para llevar a cabo la misión que aceptan libremente.

No esperemos a que otros se abran a este mismo Espíritu Santo. Despertemos y permanezcamos vigilantes para dejar que el Espíritu de Dios impregne nuestras vidas personales y colectivas. Acojamos con alegría la venida del Salvador. Él nos fortalece en la esperanza. ¡El tiempo de Dios no es el tiempo de los hombres! Con Dios otro mundo es posible, depende de nosotros actuar con Él.  NAVIDAD nos da la alegría de continuar nuestro viaje con perseverancia.

FELIZ NAVIDAD Y SANTO AÑO, EL SEÑOR ESTÁ CON NOSOTROS.

Monseñor Christian NOURRICHARD

Asistente eclesiástico de Vida Ascendente Internacional