VIVIR CON EL RESUCITADO

En el tiempo de Cuaresma, seguimos a Jesús, para entrar con él y el Espíritu Santo en la lucha de Dios contra el mal.

Somos conscientes de que  somos pecadores. Pero, depositamos nuestra confianza en la misericordia de Dios.

Observamos en nuestras sociedades hasta qué punto el mal continúa su obra de destrucción. Hay múltiples áreas:

• guerras, ataques, violencia, todos estos ataques provocan miedo a lo inmediato. ¡Anulan la motivación para vislumbrar el futuro de nuestra humanidad!
• el escándalo del hambre, incluso de la hambruna, es profundamente repugnante.
• el cambio climático está provocando catástrofes cada vez más trágicas. Las personas que ya están en la pobreza son las primeras en verse afectadas.
• la falta de solidaridad entre los pueblos suscita un escepticismo general. ¡Le es difícil al hombre sobrevivir!

Estas situaciones no se corresponden con el proyecto de Creación de Dios para nuestra Humanidad:

“Vio Dios todo lo que había hecho, era muy bueno” (Génesis 1,31) Creemos que la obra de la Creación es buena. En el proyecto de Dios nos convertimos en sus "colaboradores". Nos enfrentamos a nuestras responsabilidades personales y colectivas. ¡Ninguno de nosotros puede hacer milagros! Sin embargo, a todos se nos han dado talentos. Ninguno de nosotros se basta por sí solo, nos necesitamos unos a otros.

Muchas personas mayores han enfrentado dificultades en la vida. Con valentía y perseverancia triunfaron.

Bautizados, recibimos el don de la fe. Es la gracia que anima a los discípulos misioneros que siguen al Resucitado.

Somos “la sal de la tierra, la luz del mundo” (Mateo 5, 13-14). Cristo nos abre el camino hacia el Reino de su Padre.

Puso los signos de un mundo nuevo que inauguró. Sanó a los enfermos, perdonó a los pecadores, resucitó a los muertos, acogió a los extranjeros... Nuestra peregrinación en la tierra está limitada en el tiempo. Cristo está siempre con nosotros. Con la gracia de Dios, difundamos juntos los signos de este Reino. Ésta es nuestra vocación bautismal.

¡ Felices celebraciones de PASCUA !

+ Mons. Christian Nourrichard

Asistente eclesiástico de Vida Ascendente Internacional