Un Don y una Bendición
El Papa León XIV utilizó estas palabras para describir a las personas mayores durante un encuentro con los participantes del Segundo Congreso Internacional sobre la Pastoral de las Personas Mayores, organizado a principios de octubre en el Vaticano por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. La fecha del congreso fue simbólica: comenzó en la conmemoración litúrgica de los Santos Ángeles Custodios y concluyó el día dedicado a San Francisco de Asís. Estoy convencido de que este grupo de santos cumple una misión especial en la Iglesia, protegiendo la dignidad y la vida de los más vulnerables. Entre ellos se encuentran las personas mayores, que afrontan tanto la fragilidad de la salud como los desafíos de la vejez, pero también la sabiduría de la vida.
Los testimonios de los participantes en el congreso del Vaticano pusieron de relieve tanto los aspectos positivos como los negativos del envejecimiento en el mundo moderno. Entre los fenómenos preocupantes figuraban la soledad, la exclusión tecnológica y económica (la cultura del rechazo), el sufrimiento, los pensamientos suicidas y la pérdida de la fe en Dios. Afortunadamente, estas observaciones vienen acompañadas de señales alentadoras: por primera vez en la historia de la humanidad, la esperanza de vida está aumentando, y las personas mayores ya no son tanto un «problema social» como una fuente de esperanza para la Iglesia («los jóvenes de la vejez»), parte integrante del Pueblo de Dios en su camino, «parte integrante del milagro que todos somos», en palabras del Papa León XIV.
Padre Roman Chromy
Asesor Espiritual para la Coordinación de los Movimientos Europeos de VMI