Oración a la Virgen María
Dulce Virgen María, madre mía, permíteme venir en la tarde de mi vida,
Dedicar mis últimos años a ti para unirlos con los tuyos que fueron tan santos.
Te ofrezco el tiempo que Dios me da para permanecer todavía en la tierra.
Te ofrezco, hoy, las penas, las dolencias que me esperan cada día.
Ayúdame, oh María, a emplear mis días para hacer amar a tu divino Hijo con mis pequeños servicios, mi caridad, mis oraciones y mis sacrificios.
Gracias por mi historia, mis actividades, mis afectos familiares. Gracias por todas las alegrías que me has dado, gracias por las pruebas que me han acercado a ti, gracias por todo.
María, pídele al Señor que me perdone todas las debilidades, todos los pecados, que me han alejado de Dios.
Acepto el momento y las circunstancias de mi muerte.
Que el final de mi vida sea como el tuyo.
Dígnate el día de mi muerte, llevarme a Jesús y darme la bienvenida en tus brazos maternales en el Paraíso.
Te pido esta misma gracia para todas las almas cristianas que, habiendo llegado al final de sus vidas, necesitan tu ayuda.