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"VE Y TÚ TAMBIÉN HAZ LO MISMO"

Apoyo pastoral a los ancianos

 

Este estudio trata de los ancianos refiriéndose a la parábola del Buen Samaritano y a la lección que se nos ha dado: "Ve y tú también haz lo mismo". El texto analiza, siguiendo el curso de la historia humana, la evolución de los tres momentos esenciales de esta parábola.

Aquí está un resumen del análisis del primer momento:

¿Cómo percibimos a la persona mayor que necesita ayuda? ¿Cómo es considerado el anciano a lo largo de la historia?

En la sociedad

En el mundo antiguo, la persona mayor era vista como una fuente de sabiduría y un pozo de memoria y cultura. En el Antiguo Testamento, los ancianos son a menudo los receptores de la acción divina.

El Renacimiento se caracteriza por una cultura de optimismo que se basa en la alegría de los jóvenes y comienza a despreciar la vejez.

El valor fundamental de la sociedad actual es la productividad. El ser reemplaza el tener como fundamento de la dignidad. No hay tiempo para cuidar a los ancianos de la familia, no hay tiempo ni recursos para traer niños al mundo, la pirámide demográfica se invierte.

Pero el hombre tiene una esperanza de vida alargada gracias a los avances científicos.

Los gobiernos no se enfrentan al grave problema de este cambio demográfico, que cada día se está volviendo más crítico. La persona mayor es a menudo aislada, abandonada y sin dignidad.

A pesar de esto, los ancianos siguen siendo actores clave en la transmisión intergeneracional de la fe y de la cultura.

En la Iglesia

Fue en el siglo XXI, bajo los pontificados de San Juan Pablo II y Benedicto XVI, que la Iglesia comenzó a considerar a los ancianos como una prioridad.

En sus encíclicas, San Juan Pablo II a menudo se refiere a la situación de los ancianos:

  • Carta Encíclica "Centesimus Annus" donde el Papa recuerda la marginación de los ancianos y denuncia la sociedad del “tener”
  • Carta Encíclica "Familiaris Consortio" donde el Papa analiza los siguientes aspectos: Transmisión intergeneracional, marginación, apostolado familiar y la soledad de los ancianos.
  • Exhortación apostólica "Christifideles Laici", donde el Papa se dirige al anciano como receptor de una misión apostólica.
  • Encíclica "Evangelium Vitae" donde el Papa denuncia las amenazas contra la dignidad de los ancianos. La dignidad como valor ha sido reemplazada por la eficiencia material y la productividad. La sociedad está empezando a ver la eutanasia como un medio para resolver el problema de la demografía. Sin embargo, los ancianos todavía tienen la gran misión de la transmisión intergeneracional, una misión que no deben abandonar.
  • "Carta a los Ancianos" Esta carta trata de los aspectos fundamentales de los ancianos: Sabiduría y experiencia, su misión evangelizadora, el lugar que debe ocupar naturalmente en la familia y la sociedad. La carta trata de las cuestiones del sentido de la vida hasta el fin y la búsqueda de la madurez espiritual.

Benedicto XVI también se refiere a menudo a la situación de los ancianos. Los siguientes textos mencionan cuatro pasajes en los que el Papa habla de los ancianos:

  • Mensaje a la Red Crescendo en 2005. El Papa acoge con satisfacción las iniciativas de Crescendo y habla sobre el papel de los ancianos que se están volviendo cada vez más importantes en la Iglesia y que deben ser tenido en cuenta.
  • En el discurso de apertura de la 12a Conferencia Internacional del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud en 2007, el Papa recordó que los ancianos tienen muchas necesidades, pero también son una importante fuente de recursos humanos y espirituales. Mejora la dignidad de la persona y rechaza la eutanasia. Aconseja a la familia que acoja a los ancianos a sus hogares con gratitud y amor y que les ofrezca el calor de la familia para vivir el final de sus vidas.
  • En su discurso de 2008 a la Asamblea Plenaria del Consejo pontificio para la familia, el Papa expresó el deseo de que los ancianos recuperaran un papel activo y una presencia viva en la Iglesia. Critica los nuevos modelos de la familia y el relativismo de la sociedad que han limitado los valores fundamentales de la familia.
  • Durante su visita a la residencia de San Pedro de Lambert en Londres en 2010, el Papa Benedicto XVI subrayó la necesidad de reconocer como una bendición la creciente presencia de ancianos en la Iglesia y de respetar la dignidad y la vida de la persona independientemente de su edad.

Posteriormente a la edición del libro, el Papa Francisco, consciente de la situación de las personas mayores, ha convocado el congreso mundial dedicado a la pastoral de las personas mayores “La riqueza de los años”, que acaba de celebrarse en Roma.

"Edad"

Mosén Manuel Bajo cierra este capítulo con un análisis del fenómeno del "Ageismo", un término que significa "gerontofobia o desprecio para los ancianos".

La persona mayor que sufre este desdén a menudo termina con un sentido de automarginación que tiene su origen en tres fenómenos, analizados por el autor: la sensación de ser una carga, el abuso geriátrico y la limitación de los recursos sanitarios.

El análisis de este primer momento de la parábola termina con el siguiente dilema: ¿Qué hacer hoy?  ¿Cuidar a los ancianos o evitarlo?

 

Resumen del estudio de Mosén Juan Manuel Bajo Llauradó realizado por Jaime Tamarit

El análisis de los siguientes capítulos continuará en las próximas Newsletters