ORACIÓN POR EL PRIMERO
DÍA MUNDIAL
DE LOS ABUELOS Y
ANCIANOS
Te doy gracias, Señor,
Para la comodidad de Tu presencia:
En mi soledad,
Tú eres mi esperanza y mi confianza;
¡Desde mi juventud, has sido mi roca y mi fortaleza!
Gracias por la familia que me diste
Y por la bendición de una larga vida.
Gracias por los momentos de alegría y por los momentos de dificultad.
Gracias por los sueños hechos realidad y por los que aún están por venir.
Gracias por este tiempo de fecundación renovada al que me llamas.
Aumenta, oh Señor, mi fe,
Hazme un instrumento de tu paz;
Enséñame a acoger a los que sufren más que yo,
Enséñame a no dejar nunca de soñar
Y para contar Tus maravillas a las generaciones más jóvenes.
Protege y guía al Papa Francisco y a la Iglesia,
Para que la luz del Evangelio se extienda hasta los confines de la tierra.
Envía tu Espíritu, oh Señor, para que renueve la faz del mundo,
Calma la tormenta de la pandemia,
Consuela a los pobres y pone fin a toda guerra.
Apóyeme en mi debilidad,
Y hazme vivir al máximo
Cada momento que me das
Con la certeza de que estás conmigo todos los días
Hasta el fin de los tiempos.
Amén.