Réquiem por la vida
Tengo 75, 80, 90 o más ... Soy una persona mayor... No estoy enferma, sólo un poco cansada, desgastada por la vida... La vida se escapa de mi cuerpo.
Soy una persona mayor que ama, respira, piensa, ve, escucha. Por último, ¿quién tiene las mismas necesidades que tú ... Así que cuando vengas a mi habitación, háblame, respeta mi pudor, dame algo de beber. Si me acuestas, no olvides quitarme los alfileres de mi moño, ponme una cinta en mi trenza, no dejes pliegues en mi camisón o en las sábanas. Si estoy ensuciada, no gruñas, cámbiame, y verás cuando cumplas mi edad... Cuando termine mi comida, ayúdame a volver a la cama, no olvides quitarme las migas que se han caído en mi cama. Si me ayudas a comer, ten paciencia...
Después, sobre todo no me olvides, si pasas por mi puerta, detente unos minutos, no me gusta estar sola por mucho tiempo. Ven a cambiar mi postura mira a, ver si necesito taparme más o si necesitas retirar la manta. No me rodees como a una momia. Observa el sol, a veces me molesta.
Dame algo de beber y habla, háblame... Soy una persona mayor, pero todavía vivo, te escucho hablar: de ti, de los demás, de mí a veces, háblame...
Tócame, mi piel es vieja, pero todavía necesita calor humano, ha dado tanto a mis hijos, mis nietos y, quizás, a mis bisnietos... Piénsalo y pídeles que vengan a verme. Soy una persona mayor, pero todavía puedo amarlos, tocarlos, verlos, respirarlos, besarlos. Ayúdalos a estar a mi lado sin decir nada, a tomar mis manos. Ellos entenderán todo lo que pienso, o lo que quiero decirles... Adiós tal vez... Soy una persona mayor y, para este gran viaje, tengo miedo de todo, de lo que está sucediendo a mi alrededor, de lo que no puedo expresar, de lo que no puedes entender, y tengo mucho miedo de sufrir. Calma mis dolores, pero mantenme lúcido hasta el final del camino. Sostén mi mano, acariciame, humedece mis labios, aséame, ponme hermosa como para una fiesta. ¿No es mi muerte mi nacimiento al revés? Devuélveme lo que recibí ese día... Mucho amor ...
Eres una persona mayor... Disculpa, te conozco tan bien que tomé tu lugar para escribir estas pocas líneas.
Elisabeth, asistente geriátrica en Périgueux (Francia)
Extracto de la revista MCR "New Essor" 257 de diciembre de 2014