Celebración de la Epifanía
En el día de la Epifanía, recordamos el acercamiento de los magos – provenientes del Oriente – que vienen al vivero con el recién nacido y le traen sus regalos. Estos regalos son productos preciosos que provienen de sus países.
Estos magos representan por adelantado las naciones de todo el mundo, asociadas con la herencia de Israel, están llamadas a hacer cuerpo en Cristo.
Esta es también la imagen de lo que está sucediendo a la vida de Vida Ascendente Internacional. En VAI vienen los habitantes de todos los continentes. Están llamados a volverse uno en la iglesia, pertenecientes a la familia de los cristianos mayores, miembros de Cristo, compartiendo la misma vida de amistad, espiritualidad y apostolado.
Y cada país aporta a VAI lo que es peculiar a su cultura, su sensibilidad, su espiritualidad. Hay diferentes aportaciones. Todo esto se presenta al niño de la cuna por el bien de los ancianos de todo el mundo y por el bien de todas las generaciones.
Hace poco ocurrió esto en Santo Domingo. Cada país representado ha traído sus experiencias, sus convicciones. Deseo que este intercambio continúe durante todo el año, que la Epifanía no sea sólo una vez al año, sino a lo largo de los días. Tengamos la preocupación de compartir y agrupar.
Cada uno tiene un poco de oro, un poco de incienso, un poco de mirra, los tesoros de VAI para el servicio de Cristo.
Mons. François Maupu
Asistente Eclesiástico