Hermanamiento al servicio de una comunión misionera
La palabra hermanamiento se muestra en la entrada de las localidades: Ciudad hermanada con... Es un signo de apertura a otro lugar. En la iglesia, la palabra hermanamiento resuena confraternidad, comunión más allá de las fronteras, se trata de ser un hermano de un cristiano lejano y así participar en la construcción de la única Iglesia de Cristo. Si nos estamos en comunión con todas las Iglesias, no podemos mantener relaciones privilegiadas con todas, es a través de una relación privilegiada que la apertura a lo universal pasa.
En su exhortación a las iglesias de África en noviembre de 2011, el Papa Benedicto XVI declaró: "más allá de las diferencias de origen o de cultura, el gran desafío que nos espera a todos es discernir en la persona humana, amada por Dios, la fundación de una comunión que respeta e integra las aportaciones particulares de las diversas culturas. Debemos verdaderamente abrir estas fronteras entre tribus, etnias, religiones, a la universalidad del amor de Dios. Diferentes hombres y mujeres por origen, cultura, idioma o religión pueden vivir juntos armoniosamente. (Africae munus, n. 39). El reto del hermanamiento es el mismo: una comunión más allá de las fronteras, una fraternidad entre pueblos con culturas diferentes, y una participación común en la misma misión de anunciar el Evangelio a los hombres de esta época
El propósito del hermanamiento es fomentar una mayor comunión entre dos iglesias, para que la catolicidad de la única Iglesia de Cristo sea más evidente (Jn 17:21). La vida del hermanamiento abarca varios objetivos y se construye sobre tres ejes: el encuentro, la hermandad y el anuncio del Evangelio.
Muchas diócesis francesas están ahora hermanadas con diócesis en otros lugares, aquí hay algunos ejemplos:
- Albi-Toamasina (ant. Tamatave) (Madagáscar)
- Nancy-Trípoli (Libia)
- Moulins-Dakar (Senegal)
- Evreux-Boma (República dem. del Congo)
- Lyon-Mosul (Irak)
Al igual que nuestras diócesis del MCR (movimiento cristiano de jubilados franceses), los equipos han estado pensando en crear vínculos con equipos de Vida Ascendente más allá de nuestras fronteras, con el fin de construir una red de amistad y fortalecer su compromiso cristiano.
Para satisfacer su deseo de vivir en otras culturas y otras formas de caminar, quieren establecer un intercambio regular con equipos que viven en otros lugares para compartir sus vidas, sus experiencias recíprocas y su esperanza de creyentes y aprender a descubrirse mutuamente.
Una iniciativa de este tipo nació recientemente entre un equipo de Burdeos y un equipo de Barcelona. Después de intercambios regulares y un descubrimiento recíproco de la vida de sus equipos, esta iniciativa debería concretarse próximamente mediante una reunión in situ y una reflexión para sentar las bases de un hermanamiento entre los dos equipos.
Esta experiencia puede estar llena de promesas y el sitio web de VAI podría ayudar a poner en contacto con equipos de VAI en todo el mundo que estarían interesados en este tipo de iniciativa. ¡Háganos saberlo!
Como dijo el Santo Papa Juan Pablo II: "En un mundo cada vez más pequeño como resultado de la abolición de las distancias, las comunidades eclesiales deben unirse entre sí, intercambiar sus energías y sus medios, comprometerse juntas en la misión única y común de anunciar y vivir el evangelio. »